Nerd-torial: El flujo de trabajo de grabación en vinilo de Radio Madre Tierra – Por qué hacemos (casi) todo bien
¡Bienvenidos, queridos frikis del audio y estetas del sonido! En Radio Madre Tierra valoramos la calidad de sonido que respira el espíritu de la música y llega al alma. Pero para conseguirlo, hace falta algo más que buenos discos y un tocadiscos. Se necesita un flujo de trabajo sofisticado y técnico que saque el máximo partido de cada surco del vinilo.
En este nerd-torial, te llevamos a una inmersión profunda en nuestro proceso de grabación y edición de vinilos. Te explicamos por qué tomamos determinadas decisiones y por qué nuestro flujo de trabajo actual se acerca mucho al ideal, aunque no podamos hacerlo todo «a la perfección».
Paso 1: La disciplina suprema: grabación en vinilo con el RME ADI-2 Pro FS
Todo empieza con la fuente analógica: nuestros queridos discos de vinilo. En el corazón de este paso se encuentra el RME ADI-2 Pro FS. Este conversor AD/DA de gama alta es conocido por su conversión precisa y transparente.

Grabamos en 768 kHz y 32 bits enteros. «Un momento», puede que interrumpan ahora algunos empollones, «¿por qué no en coma flotante de 32 bits?». Es una pregunta perfectamente válida. El RME ADI-2 Pro FS convierte internamente con enteros de 32 bits. Esto significa que ofrece un rango dinámico fijo de unos gigantescos 190 dB. Esto es mucho más de lo que puede ofrecer incluso el disco más dinámico, y también mucho más de lo que pueden percibir nuestros oídos.
La cuestión es: al grabar vinilos, donde podemos controlar el nivel analógico mediante el preamplificador, el riesgo de clipping digital queda prácticamente eliminado con el ADI-2 Pro FS, siempre que nivelemos limpiamente. Aprovechamos la altísima resolución del convertidor para captar con precisión cada detalle del vinilo. El debate sobre la flotación de 32 bits en la grabación suele ser más relevante en entornos incontrolables en directo, donde pueden producirse picos de nivel inesperados. Para nuestro proceso de vinilo cuidadosamente controlado, el entero de 32 bits es absolutamente lo máximo en este momento.
Paso 2: La magia del post-procesado – Sound Forge Pro 15 y Float de 64 bits

Tras grabar en 768 kHz y 32 bits enteros, el archivo sin procesar acaba en nuestro laboratorio de procesamiento digital: Magix Sound Forge Pro 15. ¡Y aquí viene el verdadero punto culminante que hace que nuestro flujo de trabajo sea tan potente!
En cuanto el archivo se carga en Sound Forge, se convierte al formato de coma flotante de 64 bits para su procesamiento interno. ¡Y aquí es donde entra en juego la ya mencionada ventaja del punto flotante!
¿Qué significa flotación de 64 bits? Imagina que tus datos de audio ya no están en una escalera fija (como con Entero), sino en una escalera que ajusta dinámicamente su espaciado entre peldaños. El procesamiento interno de flotantes de 64 bits ofrece un rango dinámico prácticamente infinito. Aquí es donde se produce el «no recorte». No importa lo alta o baja que sea una señal interna, o cuántos cálculos se realicen: ya no hay recorte digital.
Esto es crucial para nuestros pasos de procesamiento:
- Eliminación de la desviación de CC: Eliminación de los componentes de tensión de CC no deseados en la señal.
- Declicking: La eliminación sensible de crujidos y chasquidos, que desgraciadamente pueden formar parte de la experiencia del vinilo.
- Remuestreo (varias veces): Pasamos por varios procesos de remuestreo desde 768 kHz hasta 192 kHz. Cada uno de estos pasos requiere complejos recálculos de los datos de audio.
- Cambio de tono: Otra operación que requiere una inmensa potencia de cálculo y precisión.
Todas estas operaciones tienen lugar en el entorno flotante de 64 bits. El resultado: mínimos errores de redondeo, máxima precisión y absolutamente ningún recorte digital durante toda la cadena de procesamiento. La integridad de la señal de audio se preserva al máximo.
Paso 3: Acabado – volumen según EBU R128 y difuminado
Una vez completados todos los pasos de procesamiento en el dominio flotante de 64 bits de alta precisión, es el momento del refinamiento final y la exportación.
- Normalización del volumen según la norma EBU R128 (-23 dBFS): Ajustamos el volumen general del audio a la norma EBU R128, más concretamente a -23 LUFS (Loudness Units Full Scale). Esta norma es crucial para una reproducción coherente en distintas plataformas y garantiza una experiencia auditiva agradable. Gracias al procesamiento en coma flotante, podemos hacer este ajuste con precisión sin perder información ni recortes, aunque el nivel original fuera significativamente más alto.
- POWR Difuminado a 24 bits: El último paso antes de la exportación es el difuminado. Aquí reducimos la precisión flotante interna de 64 bits a nuestro formato objetivo de entero de 24 bits. Ahora el profano podría preguntarse: «¿Todo lo que has hecho antes con float volverá a ser ‘perdu’?». La respuesta clara: ¡No, rotundamente no!Imagina que has creado una obra de arte perfecta en un estudio enorme (float de 64 bits). Todos los colores, pinceladas y detalles se han aplicado con el máximo cuidado y precisión. Al final, esta obra maestra se coloca en un marco perfectamente ajustado y de alta calidad (24 bits). La calidad del trabajo anterior se conserva y es visible en el resultado final. El dithering es un proceso matemático que añade deliberadamente un ruido bajo, apenas audible, para enmascarar los errores de cuantificación al reducir la profundidad de bits, garantizando así la mejor calidad posible en el formato reducido. El difuminado POWR (Psychoacoustically Optimised Wordlength Reduction) que utilizamos está especialmente optimizado para el oído humano.
- Codificación como FLAC: Por último, el archivo se codifica como FLAC (Free Lossless Audio Codec). FLAC es un formato de compresión sin pérdidas. Esto significa que la calidad de audio que hemos desarrollado cuidadosamente hasta este punto se conserva íntegramente, al tiempo que se reduce el tamaño del archivo.
¿Por qué este flujo de trabajo es el «definitivo» (o al menos se le acerca mucho)?
El flujo de trabajo de Radio Madre Tierra es una combinación de hardware de alta calidad y procesamiento inteligente de software.
- Grabación de alta resolución: El RME ADI-2 Pro FS ofrece una imagen digital extremadamente precisa de la fuente de vinilo.
- Procesamiento interno sin errores: el motor de 64 bits en coma flotante de Sound Forge Pro 15 elimina prácticamente todos los riesgos de recorte digital y garantiza la máxima precisión en todos los pasos del procesamiento. Esta es la ventaja decisiva que va más allá de la pura profundidad de bits del archivo fuente.
- Conservación de la calidad: Una cuidadosa práctica de dithering garantiza que la alta calidad del procesado interno se transfiera de forma óptima al formato final de 24 bits.
- Distribución sin pérdidas: FLAC garantiza que el oyente obtiene exactamente la calidad que creamos en el estudio.
Aunque no grabamos directamente en coma flotante de 32 bits (que no es necesario en nuestra configuración de digitalización de vinilos), aprovechamos la aritmética de coma flotante donde más importa: en toda la cadena de procesamiento. Esto hace que nuestro proceso sea uno de los flujos de trabajo más avanzados y orientados a la calidad para archivar y distribuir discos.
Esperamos que este nerd-torial te haya dado una idea más profunda de cómo trabajamos. Permanece atento a las novedades técnicas y, por supuesto, a la buena música de Radio Madre Tierra.
Florian Reiterer is an audio engineer and musician with a passion for high-resolution audio. He founded Mother Earth Radio to explore and deliver the best possible listening experience.
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